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Hi, I'm Nestor Vera.

I'm a dog. I develop things. This is my blog so why don't you close this damn side panel (cursed by most UX Designers but I don't care, I do whatever I want) and start reading my awesome stuff?

A Brendaly

Súper conversaciones con una madre-espejo, de tristeza ancestral y putez adquirida. Quizás solo nosotras nos entendamos, pero podríamos revolucionar el mundo juntas. Amo tu fuerza y tu rebelión y te pido mil perdones por mucho tiempo de ceguera. Que quizás me ha sido muy fácil el juego de la jota - te juzgo y me justifico y me quedo tan ancha - No menosprecio el problema, pero despliego sus matices y de ahí salen maravillas. Mi mujer-niña, tan mona y pletórica ella, con esa sonrisa más que risueña de dientes desnudos y mejillas en trampolín. A ella, que se le caen siempre las bufandas cómo si en el suelo hubiera un imán que desesperadamente las buscara. A ella, que camina en zetas por la calle y mira a lo alto de los edificios y está siempre al borde de chocar con alguna cosa gris o transeúnte fortuito que al final, viene a ser lo mismo. A ella que nunca sabe hacia donde ir y se atropella a sí misma y me pone tan nerviosa. Que va de aquí-allá hilvanando aviones y trenes en fila y nunca está quieta. A ella, que jamás tuvo patria alguna pero es Madre Tierra. Que es Libra, pero vive del encanto del desequilibrio innato de la balanza tarada. A ella, que sabe de todo y de nada. Que a veces llora como los niños cuando aguantan su llanto y sólo lo alimentan más, que calla su dolor irreparable y no levanta la cabeza ni siquiera para decir adiós, y en cambio, otras, se despide con la euforia del coronado y con esas lágrimas explosivas cada vez que da un paso hacia adelante, hacia la incertidumbre siempre segura de su destino. A ella, que baila enloquecida como si estuviera en su primer concierto mientras yo la miro desde lejos, aguantando mi cerveza vacía y mirándola de aquella forma arrogante de cuando yo me siento más por no ser tan. A ella, que tiene derrota igual que victoria, la fuerza del tornado y el cansancio de la orilla de los desterrados. Sé también de su mirada arrebatadora o su risa o esos gestos o sus movimientos de cabello que dejan abatido a todo caballero que escucha su sólo-aparente acento francés. Tú despiertas y das luz a las personas. Las haces encontrarse y desencontrarse contigo y tal vez eso sea lo más mágico de todo, y es que algo así no admite reproches ni broches ni medallas, nunca contigo es todo o nada, apuesta segura o toalla en baldosa. No, contigo no hay eternos ni leyes. Contigo hay todo lo que tú creas. Gracias por las herencias malas y las buenas, que al final, son una misma. Y es que no podría pedir tus virtudes sin tus tropiezos, ni podría pedirme a mi misma el ser sin ti, que mejor o peor, existe, y tiene mucho de tu nombre, y tiene mucho de Malidta sea y de qué entrañable después. Y es que quizás no sea tan urgente corregir esas desmesuras típicas de este apellido santo. Quizás esté bien así, con toda su imperfección, porque como decía riendo Maletín, “madre sólo hay una”, y más si es como tú. Porque quizá es el momento de aceptarnos y dejar de bailar jotas, pues no hay nada que enterrar, sino todo lo contrario.

Tu hija-madre-niña que te quiere a mares y a frustraciones por igual y no por eso te quiere ni menos ni más.